DINAMA: Proyecto PCB - Oportunidad para la eliminación de residuos peligrosos
En el marco del proyecto para la gestión ambientalmente adecuada de PCB en Uruguay, DINAMA con el apoyo del FMAM, facilitará la eliminación de equipos, aceites y residuos que contengan PCB con una importante subvención para los privados que los posean y cuya gestión y eliminación obligatoria será en breve reglamentada.
El pasado 19 de octubre, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) abrió la convocatoria a poseedores para presentar existencias con PCB (equipos, fluidos y residuos) para ser eliminadas de forma ambientalmente adecuada. Se trata de una actividad enmarcada en el Proyecto “Desarrollo de las capacidades para la gestión ambientalmente adecuada de Bifenilos Policlorados (PCB) en Uruguay” financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), DINAMA y UTE.
Esta iniciativa forma parte de un paquete de actividades con las que DINAMA busca crear y fortalecer capacidades para encarar los desafíos que plantea la gestión de estas sustancias en el marco del Convenio de Estocolmo. Los PCB son contaminantes orgánicos persistentes incluidos en referido Convenio. Son sustancias que afectan a la salud y al medio ambiente global que serán reguladas a mediano plazo. Se trata de residuos peligros por lo que se requiere una manipulación y eliminación especial. A través de esta actividad se busca la gestión de más de 100 toneladas de un tipo residuos para los que el país aún no cuenta con capacidad para su eliminación ambientalmente adecuada.
Los PCB fueron utilizados como aceite dieléctrico fundamentalmente en transformadores y capacitores de potencia. Es por este motivo que en breve la DINAMA estará convocando a los potenciales poseedores de equipos que contengan estas sustancias a corroborar su situación a fin de poder aprovechar esta oportunidad de dar una solución a estos residuos. Así, los propietarios de equipos, aceites y residuos podrán presentar propuestas a ser subvencionadas para la gestión de sus existencias conteniendo PCB. De esta forma las mismas podrán ser incluidas en el embarque que la DINAMA prevé hacer en el primer semestre de 2011.
Serán elegibles existencias con PCB localizadas en cualquier parte del territorio nacional procedentes tanto del sector público como privado. De esta forma el Proyecto se hará cargo de proveer los servicios y arreglos logísticos desde la recepción de las existencias en el lugar de consolidación de la carga, su acondicionamiento para transporte internacional, tratamiento y disposición de forma ambientalmente adecuada. De este modo parte de los fondos otorgados por el FMAM serán destinados a subvencionar desde un 30% hasta un 70% de los costos asociados a estos servicios.
Con esta actividad DINAMA busca promover y facilitar que quienes posean alguno de estos residuos puedan darles una gestión ambientalmente adecuada contribuyendo a reducir el inventario nacional de estas sustancias.
El reglamento de postulación y formulario correspondiente se encuentran disponibles en la página web de DINAMA (www.dinama.gub.uy) y en la página web del MVOTMA (www.mvotma.gub.uy), o en el siguiente link >>Descargar>>
Podrán realizarse consultas y solicitar ampliación de la información por el teléfono 2917 0710 internos 4501.
¿QUÉ SON LOS PCB?
Los Bifenilos Policlorados (PCB por sus siglas en inglés o BPC en español) son una familia de 209 compuestos orgánicos clorados que fueron sintetizadas por el hombre. Si bien su nombre químico más comúnmente usado es Bifenilos Policlorados, también se los conoció con los nombres: difenilos policlorados, difenilos clorados, PCD, derivados clorados del difenilo, policloruros de difenilo, bifenilos clorados y PCBP.
HISTORIA
Los PCB son compuestos muy estables, resistentes a la degradación térmica, química y biológica, tienen excelentes propiedades aislantes, no son inflamables y son buenos conductores del calor. Estas propiedades son las que les dieron gran interés tecnológico y fueron por tanto ampliamente utilizados, principalmente como material aislante en condensadores eléctricos y en transformadores. Comenzaron a utilizarse de forma masiva en la década de 1930 llegando a su máximo uso en la década de 1970. Además de su uso en aplicaciones cerradas (equipos hidráulicos, transformadores e intercambiadores de calor), también se utilizaron en aplicaciones abiertas como retardantes de llama, adhesivos, papel copiante sin carbónico, pinturas antillama, extendedores para plaguicidas y líquido de inmersión para microscopía, entre otras.
Luego de décadas de uso, las mismas características que los hicieron tecnológicamente atractivos fueron las que los convirtieron en un importante problema ambiental y sanitario a nivel mundial. En la década de 1970 se evidenció su efecto tóxico para el ser humano, asociado a su posible efecto cancerígeno y su persistencia en el medio ambiente. Como consecuencia de estos efectos fueron prohibidos en Estados Unidos en 1979 y seguidamente en la Unión Europea en el año 1985.
Con el avance de las investigaciones se encontró que los PCB presentan el conjunto de propiedades que los clasifican como contaminantes orgánicos persistentes (COPs): Tóxicos, Persistentes, Bioacumulables y se Transportan a grandes distancias.
EXPOSICIÓN
Los PCB se absorben por vía cutánea, respiratoria y digestiva. Para la población general la mayor fuente de exposición es el consumo de alimentos (por ejemplo pescados, aves y otras carnes) y por la inhalación de aire contaminado a consecuencia de la redistribución a nivel global de los PCB que ingresaron al ambiente por actividades pasadas.
Por otro lado, la exposición ocupacional a PCB se da como resultado del mantenimiento y la reparación en condiciones inadecuadas de equipos eléctricos que contienen PCB (transformadores, disyuntores, capacitores, etc.), por accidentes que los involucran (derrames por ejemplo), como resultado de limpieza de sitios contaminados o por el tratamiento de residuos
Sin embargo, el riesgo derivado de estas actividades puede ser reducido mediante el empleo de buenas prácticas y de medidas de seguridad adecuadas.
CONVENIO DE ESTOCOLMO
Con el objetivo de preservar la salud humana y el medio ambiente, los gobiernos y la comunidad científica internacional establecieron una serie de medidas y compromisos para la reducción y eliminación de las liberaciones derivadas de la producción y uso de los COPs que se materializaron en el Convenio de Estocolmo.
A excepción de los COPs generados de forma no intencional, los bifenilos policlorados (PCB) son las únicas sustancias incluidas en este Convenio que tienen un uso actual en el país. Uruguay ratificó este Convenio en diciembre de 2003 mediante la Ley Nº 17.732 y como Estado Parte del mismo esta obligado a:
- Identificar, etiquetar y retirar de servicio todo equipo que contenga PCB, a más tardar en el año 2025.
- Reducir la exposición y el riesgo para las personas y el ambiente.
- Informar periódicamente a la Secretaría del Convenio sobre los progresos alcanzados en la eliminación de los PCB.